El cambio del título, ha sido sólo una consideración: ¿quién soy yo para determinar que aparte de la mía, las vidas de los demás sean improvisadas?
Yo, intenté diseñar la mía. Me siento ahora más tranquilo sabiendo que los resultados no son los proyectados. Esta idea, a la fuerza, mitiga el autocontrol de autor de sí-mismo como proyecto. A lo sumo, y pienso en las personas en general, somos autores de un borrador (que pareciera que el editor nunca quisiese aceptar).
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